Lactancia

En el período de lactancia, los cachorros son muy delicados, y necesitan que se les preste atención, pues cualquier descuido , puede determinar la pérdida de la camada, o de alguno de ellos. En este período, hay que cuidar la alimentación de la gata, con comidas sustanciosas y con suficiente agua disponible para ella, pues la producción de leche requiere de agua y nutrientes de mas.

Precauciones para garantizar el bienestar de los cachorros.

Si es el primer parto de la gata, es posible que tenga un solo pequeño o quizá dos que amamantar, pero por lo general, el número de cachorros oscila entre cinco y ocho, y hasta mas. Así que hay que cuidar que la gata tenga la suficiente leche para dar alimento a todos, pues de lo contrario, habrá que recurrir a la lactancia artificial.  Aún cuando haya suficiente leche, hay que vigilar a los cachorros, para que los mas vigorosos no se aferren a las mamas posteriores de la gata, que son las que mas leche contiene, haciendo que haya una rotación que asegure la igualdad de nutrición a todos los cachorros.  Si la madre es de pelo largo, desenredar los pelos alrededor de las mamas si éstos impiden que los cachorros lleguen a ellas.  Si los gatitos, aún mamando se quejan como si estuvieran hambrientos, consultar rápidamente con el veterinario, pues puede haber algún problema en la leche de la gata, y se corre el riesgo de perder la camada.  Hay que vigilar los ojitos de los gatitos. Son muy delicados, sobre todo cuando comienzan a abrirse, que es alrededor del décimo día de nacidos. Los recién nacidos, no deben exponerse a la luz intensa, y si sus ojos presentan signos de inflamación o secreción anormal, debe consultarse al veterinario, no deben medicarse sin que el veterinario autorice el medicamento. Controlar las uñas de los gatitos, ya que si crecen demasiado, pueden dañarlos ojos de los hermanos y el vientre de la madre.  Puede suceder que los gatitos presenten costras claras con pérdida de pelo alrededor de la boca. En al mayor parte de los casos, se trata de la costra láctea, que desaparece con el crecimiento.  No se debe agobiar a la camada, evitando acercarse a ella, y procurando tocar lo menos posible a los cachorros. De hecho, en los gatos que no son muy domésticos, si mamá gata percibe un olor extraño a los cachorros, y supone algún peligro para ellos, se pone en estado de alarma, no considera seguro el cubil, y procede a trasladar a los pequeños a otro lugar pudiendo quedar demasiado expuestos o sufrir un accidente en el camino .